A partir de una concepción de la empresa basada en las personas y su aprendizaje, este libro identifica una serie de prácticas e ideas que por demasiado rígidas y por poco respetuosas con la iniciativa y la libertad personal, resultan contraproducentes para el futuro de las empresas que las aceptan y las incorporan a sus maneras de hacer. Muchas de estas prácticas e ideas son cada vez más populares en las empresas de hoy, seguramente porque dan una falsa impresión de precisión y calidad que, parece, pueden simplificar la complicada tarea del directivo. Por el contrario, el buen directivo debe estar dispuesto a ser muy crítico con todo ello, utilizando sólo lo contrastadamente sólido y coherente con unos pocos principios fundamentales. El autor, en un tono desenfadado y riguroso a la vez, nos invita a emprender una acción positiva para contribuir profesionalmente al mejor futuro de las empresas.