Hace 66 millones de años el salvaje Uff se echó una siestecilla
y acaba de despertarse. Ahora, gracias a sus ideas descabelladas, ¡la vida de la familia Peppel anda patas arriba! A Uff últimamente la casa de los Peppel se le cae encima. Lio está muy ocupado con los deberes del colegio y no tiene tiempo para él. Así que la criatura prehistórica empieza a emitir mensajes en charlés con la esperanza de encontrar un nuevo amigo. Y en efecto: al poco, ¡recibe una señal! ¿Es posible que exista otro Uff? Por supuesto, Uff arde en deseos de conocerlo de inmediato