Este libro es el resultado del impulso generado por la redacción del Plan Museológico del Museo Arqueológico de Sevilla, entre cuyos objetivos figuraba la puesta en valor de su rica historia. Para ello era preciso rescatar del olvido la figura de Juan Lafita Díaz, y dar luz a una de las etapas más oscurecidas de la institución. Por este motivo se ofrece una primera parte en la que se aborda al personaje en su contexto social e histórico, y una segunda, dedicada a la contribución de Lafita a la museografía sevillana y andaluza en los años 20 y 30 del siglo XX, de acuerdo a los ideales del andalucismo histórico. Su actuación abrió el camino a la primera modernización del Museo mediante su traslado a su actual sede en la Plaza de América en el Parque de María Luisa.