El desarrollo de programas y actividades de atención domiciliaria debe ser uno de los objetivos prioritarios de la atención primaria de nuestro país a partir de la Conferencia de Alma-Ata de 1978 intentando dar respuesta a las diferentes necesidades asistenciales de una población cada vez más envejecida y con enfermedades incapacitantes. Es importante y decisivo para obtener buenos resultados que exista una buena integración de recursos sanitarios y sociales.