Dirigir una empresa no es tarea fácil, sobre todo cuando las numerosas variables que intervienen en la administración están relacionadas en formas muy complejas; pero el éxito de su organización estará determinado en buena medida por la eficacia y la eficiencia de los administradores en el momento de planear y ejecutar una estrategia. La administración con enfoque estratégico consiste en dos etapas básicas: a) la identificación de los valores, los objetivos y la visión de la empresa; y b) la formulación, la aplicación y evaluación de las estrategias adoptadas. La ejecución rigurosa de una estrategia, cuidadosamente elaborada con base en los principios que se presentan en esta obra y en las características y necesidades particulares de su empresa, aumentará sus probabilidades para alcanzar el liderazgo.