Siempre que traspaso el umbral de Bodegas Campos me siento transportado por el túnel del tiempo a una Córdoba intemporal que conjuga el amoroso respeto por la tradición con la modernidad. Un lugar único en Córdoba, conseguido gracias a la conjunción de la arquitectura popular, la calidad gastronómica y el buen servicio. Uno de los aspectos más fascinantes de la casa, ligada a los Campos desde hace un siglo, es la extraordinaria acumulación de recuerdos e imágenes en salas y galerías, que la transforman en misceláneo museo popular ante el que se extasían los visitantes. Muchos de ellos han ido dejando su huella en la piel de esta antigua bodega cuyos cimientos puso hace un siglo Domingo Campos del Santo, un soriano emprendedor con visión de futuro que aquí echó sus raíces y hoy contempla complacido el floreciente rumbo del negocio desde la discreción de su busto refugiado en la penumbra de la galería alta. Siempre comparé la casa de los Campos, tan mimada en cuidados y embellecida con detalles de buen gusto, con un libro profusamente ilustrado en el que añejos carteles y litografías alternan con fotos evocadoras de animadas fiestas, memorables visitas y veladas inolvidables. Esa semejanza entre casa y libro ilustrado me animó a proponer a Javier, eficiente timonel de esta nave, plasmarla en el volumen que tiene ahora en sus manos, en el que salones, galerías y patios conforman los capítulos, ilustrados con una selección de las imágenes que revisten sus paramentos. Sin olvidar intercalar, a modo de flashes, sueltos informativos acerca de la evolución y el crecimiento de la empresa. Conjuga el libro la descripción de la imagen que a principios 2008 ofrece la casa ?abierta siempre a ampliaciones y cambios propios de un negocio vivo que, sin perder su personalidad, rehúye todo anquilosamiento fósil? con el despliegue de un heterogéneo mosaico de temas y personas, esas que «la amistosa humanidad de los anfitriones», como dice Pablo García Baena, iguala en la acogida cordial bajo la bonachona mirada del Gordito, icono del negocio. Aquí se habla de miembros de la realeza, aristócratas, ministros, políticos, toreros, actores, poetas y escritores, pintores, cantantes y cantaores, guitarristas y bailaores, deportistas, empresarios, periodistas, turistas y buena gente en general. Pero también de gastronomía, vinos, toros, caballos, antigüedades, artesanía, patios y plantas. Y como telón de fondo, siempre Córdoba. Todo en pequeñas dosis, como un menú de degustación. Así que buen provecho. Y feliz lectura.