Este libro ilustra la creación y desarrollo de las asociaciones de amistad hispano-soviéticas en el siglo XX, piezas del engranaje institucional (VOKS y SSOD) encargado de suministrar información y proyectar una imagen favorable de la política exterior de la URSS en el mundo a través de "los compañeros de viaje", simpatizantes del modelo soviético. Las asociaciones de amistad actuaron como bastiones de apoyo de la URSS frente a la propaganda antisoviética en el exterior en defensa de las conquistas de la Revolución de Octubre, el antifascismo, la coexistencia pacífica y el modelo soviético opuesto al imperialismo norteamericano y sus organizaciones competidoras, antagonistas en "la guerra fría cultural". Identificadas con el "frente comunista" y sometidas a vigilancia, las asociaciones jugaron un papel destacable en el diálogo entre sistemas diferentes, fomentando lazos científicos, culturales y turísticos con la URSS. Sus sedes se convirtieron en escaparates de la cultura soviética bajo el envoltorio de la propaganda favorable a su sistema que concitó interés en la sociedad española tras años bajo el cliché de "Rusia es culpable".