El abuelo de Edmond Baudoin, Félix, nace cerca de Niza en 1863, en la época de Napoleón III. No le gusta mucho la escuela, y con 12 años se embarca en un velero como grumete. Tras varios años en el mar, naufragan al sur de San Francisco. Félix tiene 16 años, y empieza a recorrer el oeste del continente americano: la búsqueda de oro, la caza de bisontes, la construcción del canal de Panamá, la del puente de Brooklyn de Nueva York... Baudoin relata la increíble epopeya de su abuelo, que llegó a conocer a los míticos Sitting Bull y Buffalo Bill, y recrea de esta manera uno de los momentos más determinantes de la historia americana. Más allá de la crónica familiar, del retrato de ese abuelo aventurero y misterioso, Baudoin se adentra en una reflexión crítica: la problemática de la conquista, de la colonización, de la destrucción masiva de la cultura amerindia. ¿Qué papel desempeñó exactamente su abuelo? El autor prolonga esa reflexión con su propio descubrimiento, en Quebec, de la comunidad india: los hijos del famoso Sitting Bull...