Los dos textos recogidos aquí son muy ilustrativos tanto del pensamiento de Max Scheler como -por contraste, aunque en clara sintonía- del de Martin Heidegger. Emergen en ellos tesis centrales del primero y discrepantes de la naciente doctrina del segundo: entre ellas, la peculiaridad espiritual del ser humano frente al plano físico e incluso vital y existencial; la primordialidad y mayor función desveladora del eros frente a la angustia y al "cuidado"; o el carácter supratemporal de la persona en tanto que espíritu, más allá de la historicidad vital.