Los expresionistas alemanes eran incómodos, rabiosos... Surgidos a comienzos del siglo XX, cargaron contra los valores cristianos y burgueses, pero también contra la industrialización descontrolada en las ciudades. Antiimperialistas, quedaron dispersados, destrozados y mermados con los horrores de la Primera Guerra Mundial, y unieron sus fuerzas sólo para ser aniquilados por los nazis en la muestra Arte degenerado en 1937.En esta completísima obra de TASCHEN, Dietmar Elger, director del Archivo Gerhard Richter, reúne a los numerosos artistas y elementos de este movimiento complejo, disperso y exaltado en un estudio riguroso de sus protagonistas, sus conceptos y su influencia dentro del Movimiento Moderno del siglo XX. Equilibrado y crítico en medio del frenesí de color y distorsión, el libro desvela las características de los principales colectivos del expresionismo, el Puente (Die Brücke) y El Jinete Azul (Der Blaue Reiter), y sus variantes regionales, de los centros neurálgicos de Berlín y Múnich, pero también del norte de Alemania, de Renania y de Viena.Se comparan y contrastan opciones estilísticas y temas elegidos por los miembros de este grupo disperso de artistas que lidió con la realidad industrial moderna. Encontramos desde los rayos luminosos de Wassily Kandinksy o los tonos pastel de Ernst Ludwig Kirchner hasta las facetas futuristas de Franz Marc y el atavismo impresionista en los colores estridentes de Emil Nolde. Nos topamos con ancianos abotargados en bares sórdidos y, a continuación, entramos en una habitación amarilla claustrofóbica con una embarazosa joven desnuda. Quedaremos abrumados por una cacofonía de sonidos y humos urbanos para luego encontrarnos a solas en el bosque, cerca de un lago y en silencio.Con toda la riqueza y el alcance de la producción expresionista, Elger no sólo presenta a artistas de primera línea, como Beckmann, Kandinsky, Kirchner, Kokoschka, Nolde y Schiele, sino también a otros creadores menos estudiados, como Conrad Felixmüller, Ludwig Meidner y Marianne von Werefkin. El resultado es un compendio riguroso, inmersivo y amplio de un modo de expresión vívido, a menudo incluso violento, y del anhelo y la inquietud escondida tras su pintura frenética.