CAMILLE CLAUDEL, que antes de ser la más famosa escultora del siglo XIX francés, fue simplemente una mujer. Una mujer que tuvo la suerte, o desgracia, de encontrar el que durante mucho tiempo creyó que sería su verdadero y único amor, en la persona del también escultor AUGUSTO RODIN, con quien compartió el romance más apasionado.Una mujer que decidió enfrentarse tanto a la encorsetada sociedad francesa de su tiempo como a su familia más cercana, que no comprendían la forma de vida elegida por ella, sin detenerse a pensar en el precio que acabaría por pagar.EL BESO, la escultura que marca el principio, cuando comienza la vida.LA EDAD MADURA. El final.Dos obras maestras de la escultura mundial que marcan la autobiografía de esta excepcional mujer.