París, década de 1920. La pintora Tamara de Lempicka es una de las artistas más destacadas de la capital. Mujer con talento y carácter, liberal y abiertamente bisexual, pasa sus noches en los famosos cabarets de los locos años veinte, en busca de inspiración, compradores, modelos o amores de una noche. Estas noches de excesos acaban en frecuentes discusiones con su esposo Tadeusz, quien le reprocha que no cuida de su hija Kizette. Pero Tamara no tiene intención de cambiar, especialmente porque es el dinero de sus pinturas lo que mantiene a la familia. Virginie Greiner y Daphné Collignon pintan el retrato de una mujer moderna, fuerte e independiente: Tamara de Lempicka.