Según el discurso dominante, el palestino-israelí es un conflicto que enfrenta a dos pueblos con el mismo derecho sobre la misma tierra, con una capacidad similar de hacerse daño y que no logran acordar la paz a causa de los extremistas de ambos lados. ¿Qué debe hacer un periodista cuando constata que dicho discurso no casa con la realidad del terreno? En marzo de 2002, Joan Cañete Bayle aterrizaba en Jerusalén como corresponsal de El Periódico de Catalunya. Camino del hotel de Jerusalén, atrapado en un atasco, el taxista le informó de que un terrorista palestino se había explotado, asesinando a tres personas. Eran los días convulsos de la segunda intifada. Aquel atentado sería el tema de su primera crónica, que Cañete escribió con el firme propósito de ser objetivo ante aquel conflicto endiablado. Pero pronto el trabajo periodístico en aquel territorio le llevaría a cuestionarse su sentido de la imparcialidad. Muros, bosques, tumbas es un libro con muchas caras. Es un ensayo que indaga en los orígenes del sionismo y los hitos históricos que generaron un conflicto considerado como irresoluble. Es un tratado de ética periodística urgente, para un mundo donde la verdad se escurre y el relato lo es todo. Y es una crónica emocionante, que cuenta las vidas de la generación de la intifada, de las palestinas que se ven obligadas a parir en los controles de seguridad y de los ancianos que ven su vida arrasada por un muro y una excavadora.