A partir de tres sobresalientes autores chicanos: Luis Valdez (teatro), José Montoya (poesía) y Rolando Hinojosa (novela), el profesor Hernández, de la Universidad de California, estudia, más allá de la desconstrucción, esa peculiar situación marginal chicana que, asumida con creciente decisión y audacia, ha acabado por mezclar sus códigos y constituir toda una cultura autónoma de una validez excepcional.