En los momentos en que los avances de neurobiólogos y neurocientíficos parecían desplazar por completo los enfoques "demasiado filosóficos" para el tratamiento de las enfermedades mentales, se vive una verdadera "resurrección" de la obra de Eugène Minkowski, cuya visión toma en cuenta primordialmente la dimensión humana, algo que las neurociencias no pueden brindar, a pesar de que sus aportaciones tienen un gran valor para la psiquiatría.