La presencia de judíos en Jaén se data documentalmente desde tiempos visigodos, pero debieron de instalarse muchos antes. Con el califato cordobés gozaron de una etapa de prosperidad que se acabó con la llegada de los almorávides y almohades. A partir de la conquista del territorio giennense por los cristianos se suceden etapas de tolerancia con otras de antisemitismo; se establece la Inquisición para perseguir a los falsos convertidos y son expulsados en 1492 los que se mantuvieron judíos.