Los títulos de renta fija a largo plazo (bonos, obligaciones, ...), tanto del Tesoro como de las empresas privadas, constituyen hoy un medio importante de financiación para sus emisores y un instrumento de inversión para las carteras de las entidades financieras (fondos de pensiones, fondos de inversión, ...) y de los particulares. Estos títulos y pagos de intereses periódicos (cupones) plantean relaciones complejas que dificultan su comprensión y manejo. Dada la relación inversa entre el precio y el rendimiento de estos títulos, se ha utilizado la estrategia de inmunización para aislar la cartera a los cambios de los tipos de interés. Pero los futuros se presentan como un medio innovado para realizar mejor este cometido, al tener mayores virtualidades para manejar el riesgo a través del arbitraje, la cobertura y el spreading. Estas operaciones alcanzan con los futuros una mayor eficacia en el tratamiento del riesgo, permitiendo estrategias eficientes de cobertura y de negociación. Lo que aquí se expone se está utilizando cada vez más en el mercado financiero actual y está ganando terreno a los instrumentos tradicionales en el aseguramiento de las carteras. El gestor financiero ya no puede ignorar a los futuros como soporte de su trabajo diario.