El almirante Guillén tomo posesión de su plaza en la Real Academia Española, la correspondiente a la silla e minúscula, el 23 de junio de 1963. Le dio la bienvenida en nombre de la corporación don Francisco Javier Sánchez Cantón. El discurso que aquí se reedita versa sobre El lenguaje marinero, su esencial especificidad y su gran riqueza. Fue un asunto que interesó a Guillén a lo largo de toda su vida, y que le llevó a recopilar materiales para un diccionario marítimo que, desgraciadamente, nunca llegó a completarse y publicarse. Ya desde antes de su pertenencia a la Academia colaboró con ella, y los ficheros léxicos de la corporación conservan papeletas con su firma, algunas incluso con dibujos explicativos.