En la lectura de la de la abundante documentación que presenta esta obra se asiste al alborear del pensar filosófico, en los filósofos llamados «presocráticos»; se contemplan en todo su esplendor las tres grandes cumbres del pensamiento humano: Sócrates, Platón y Aristóteles; se aprecia la crisis del pensamiento escépticos; se admira la elevación ―con sus limitaciones― de la moral estoica, y, por fin, se conoce en sus dos máximos representantes, Plotino y Proclo, la novísima manifestación del pensamiento antiguo, el neoplatonismo, de tanta influencia en la especulación cristiana medieval.