En un mundo convulso, el grupo de científicos que más tarde serían conocidos como "los extensores" lograron desarrollar una serie de mejoras que, una vez implantadas en el organismo, permitían que la vida de un individuo durase indefinidamente. Esas mejoras eran distribuidas tan pronto como se producían en los primeros tiempos, pero poco tardó la presión de la demanda en hacer que los precios se situaran fuera del alcance de la mayor parte de la gente. Mientras las personas longevas iban aprovechándose de su experiencia y convirtiéndose en la nueva clase dominante la población crecía sin control, por lo que se prohibieron las mejoras de extensión de la vida para los individuos perecederos, como se llamaba a aquellos que no tenían implantadas las mejoras. La miseria creció, así como los conflictos y la polarización de la sociedad en dos bloques, longevos y perecederos... Esta es la historia de Yauna Hulendas Weyael Haaes, conocido simplemente como Dr. Weyael, el más importante de los extensores, quien sería llamado para resolver, ayudado por su hijo Emnel y sus colaboradores más cercanos, la difícil situación en la que la población mundial se había puesto a sí misma.