«Hace cientos de miles de años, Adriiln, madre de deidades y diosa de la Inmortalidad, tuvo un sueño tras el que surgió un amplio mundo, lleno de magia y exuberante naturaleza. Su imaginación inflamable fue la semilla que provocó la eclosión. El planeta se formó entre nebulosas celestes junto a la constelación de Eloizsè y en él crecieron tres continentes. En Gränarh, el más anciano, prosperó una tierra donde sus habitantes convivían en armonía. Nâkrill, el más amplio y plagado de volcanes, brotó del océano para ser el hogar de dragones salvajes. Y Óverest, el más joven de todos, se alzó como residencia de los imperios más crueles.» Gränarh era un lugar seguro, hasta que el norte de ese territorio resultó amenazado. Es entonces cuando comienza esta historia. En una tierra plagada de ruina y batallas, ¿alguien será capaz de liberar toda la magia de los antepasados?