Esta historia encierra múltiples historias. Para empezar, la historia de un entrenador que encuentra, en el lugar más inesperado, la oportunidad de desquitarse de la etiqueta de eterno segundón que le ha perseguido durante tres décadas en los banquillos. Pero esta también es la historia de un grupo de jugadores rechazados por otros clubes que hallan juntos la ocasión de redimirse ante los ojos de aquellos que les dieron la espalda. Es la historia de un tipo que trabajaba en una fábrica de férulas de día y jugaba con una pulsera electrónica de noche. Y la de dos hijos de los suburbios de París que fueron considerados demasiado bajos y demasiado frágiles para ganarse la vida jugando a fútbol, y tuvieron que llegar a la élite partiendo desde el lodo. Pero, ante todo, esta es la historia del triunfo más improbable de la historia del fútbol inglés.