“De lo individual a lo colectivo. De la psicología de las profundidades a la sociología de los abismos”. Así podría formularse el principio rector de estos ensayos -que conjugan armoniosamente el esclarecimiento metodológico y el análisis empírico- referidos al sueño, el trance y la locura: ¿son fenómenos psíquicos solamente, o lo social penetra en ellos? Dentro de la antropología durkheimiana como matriz de pensamiento, Bastide se interesó por estos problemas, realizando investigaciones de campo en Brasil y en Africa. En los pueblos llamados “primitivos”, el loco, la mujer en trance o el soñante, se convierten en los intermediarios privilegiados entre lo sobrenatural y la naturaleza. En cambio, las sociedades occidentales han cortado esos canales de comunicación. En Bastide, la cultura europea se piensa a sí misma y se niega como paradigma, rechaza su etnocentrismo: “la” cultura se convierte en “las” culturas. Y no parece haber otro camino en las ciencias del hombre que el de estudiar la sociedad propia a la luz de las sociedades ajenas, en un análisis trascultural.