El Cronista de Cuenca Juan Giménez de Aguilar y Cano murió en Alcalá de Henares en el año 1947, desterrado y proscrito por los ganadores de la guerra civil española. la leyenda negra creada en torno a él por los franquistas, aún perdura. Este trabajo espera contribuir a desmontarla y restablecer la verdad sobre su actuación al frente de la Junta del Tesoro Artístico de Cuenca durante la guerra civil española. La recuperación de la memoria y la verdad es necesaria para una comprensión equilibrada de aquel período en uno de sus aspectos más importantes: la destrucción de iglesias y ornamentos.Este libro ofrece una perspectiva del problema de la propiedad de los bienes artísticos y de cómo éstos fueron objeto de venta y especulación, así como también víctimas de la ola revolucionaria. Sin embargo, muchos republicanos se jugaron la vida para salvarlos en aquellos trágicos mil días. Esa es la verdad, y ha sido ocultada hasta ahora.