Las olas nos narra de una forma muy original, gracias al monólogo interior, y la descripción de sensaciones, detalles, pensamientos, deseos..., la vida de seis personajes: Rhoda, Jinny, Susan, Neville, Bernard y Louis. Sus vidas se representan con la metáfora de las olas que golpean la playa. Así, en el amanecer, podemos encontrarnos con la infancia de estos personajes tan especiales (por una sensibilidad poco vista en las novelas en las que entra en juego algún niño o niña). Al mediodía, cuando está el sol en lo alto, y la sombra cae hacia abajo, les encontraremos en el centro de la línea de sus vidas. Y al atardecer... No hay en esta obra más trama que la de la vida de estos seis seres que se enfrentan a ésta de una forma u otra. A mi, personalmente, me gusta leer sobre la cotidianidad de las personas, con sus domésticos problemas. Es decir, no me va mucho eso de un par de personajes que consiguen descubrir grandes misterios y salvar a la tierra de los malos... No se, prefiero la intimidad y los detalles de las cosas. Y si esa vida interior nos la cuenta de forma tan genial Virginia Woolf, qué más podemos pedir.