¿Quién no conoce la historia de Bernadette Soubirous, la niña de doce años a la que un día del año 1858 se le aparece una señorita vestida de blanco en una cueva cercana al pueblo de Lourdes? Desde el principio los vecinos interpretan dicha aparición de maneras muy diferentes y hablan de hadas, espíritus y demonios ancestrales. La única en no sacar conclusión alguna es la vidente, una humilde adolescente asmática que siempre se refiere a la aparición como “Aquello”. La noticia corre como la pólvora y todos querrán sacar sus propias conclusiones. Desde el confesor y el párroco, hasta el comisario del pueblo, el periodista y el alcalde, todos los representantes de la sociedad francesa de la época asisten con estupor al nacimiento de uno de los fenómenos religiosos más importantes del mundo. A medio camino entre el testimonio novelado y la crónica acerada de los hechos, desde el más allá, Bernadette nos cuenta su historia, cansada y perpleja ante tanto revuelo y solo con ganas de descansar.