No parece haber mejor definición para Henri de Lubac que la de "un espíritu católico". Formado en la escuela de los Padres y de los grandes teólogos medievales, supo abrir la teología de su tiempo a la investigación de todo lo que Dios ha puesto en la estructura del hombre y, por tanto, también en el fondo de las culturas y de las religiones. En toda la realidad existen impulsos convergentes. Es tarea de la teología discernir estos impulsos, sacarlos a la luz bebiendo de la experiencia cristiana, pero también de las corrientes espirituales que atraviesan la historia de la humanidad. Desde esta concepción, Lubac indaga, con espíritu pionero, la historia de las distintas doctrinas, el budismo, la gracia o el ateísmo. Esta obra opta por ilustrar los rasgos distintivos de la teología de H . de Lubac a partir del tema de lo sobrenatural. Se compone de cinco m omentos, uno introductorio y de carácter exclusivamente histórico-biográfico, los tres siguientes de naturaleza estrictamente teológica, más el último, de carácter conclusivo. Contiene bibliografía seleccionada.