De una entrevista a Fernando Torres en un estudio de televisión al Coliseo de Roma en cuestión de segundos. Unos hombres empujan a la pandilla hacia la arena del circo, no se sabe si para enfrentarse a los gladiadores o para ser devorados por los leones. Torres chuta un balón que llevaban por casualidad y distrae a las bestias en presencia del emperador. Así conocerán al cónsul y sabrán de la existencia de un tal Calígula.