Esta tesis doctoral supone seguir profundizando en el problema del aprendizaje y la instrucción, tratando de crear puentes entre la investigación didáctica y el trabajo en el aula. En ella se plantean algunas cuestiones teóricas, pero sobre todo se intenta profundizar en cómo representan los alumnos la materia, cómo estructuran su conocimiento y cómo eso influye en las dificultades de aprendizaje, para tratar de diseñar estrategias didácticas que ayuden a superar esas dificultades. Con este gran objetivo la obra se ha dividido en tres grandes apartados: en la I parte se trata el problema del aprendizaje de la ciencia desde una perspectiva teórica. La II parte se centra en el análisis de las representaciones sobre la materia que mantienen estudiantes de diferentes edades y niveles de instrucción. La III parte de la tesis presenta el segundo estudio empírico de la investigación, en el que se analiza el cambio de las representaciones a través de la instrucción.