Al salir de la crisálida, la mariposa Ludia perdió el color de sus alas por accidente y se volvió casi invisible. Su máximo deseo era conocer el mundo el mundo de los hombres. En su mágica aventura encontró multitud de personajes, pero sólo consiguió la amistad de un ser muy parecido a ella: un hombre ciego dispuesto a mirarla con los ojos del corazòn.