Los observaciones sobre la tendencia de los niños a considerar los objetos inertes como vivos y dota dos de las propiedades de los seres animados son antiguas, pero ha sido Jean Piaget el primero que ha estudiado sistemáticamente el problema y ha sostenido que el animismo es una de las características de la forma infantil de ver el mundo la tendencia animista es una de las manifestaciones de la dificultad para disociar lo interno de lo externo. Juan DelVal presenta en la primera parte de este libro un análisis crítico de las investigaciones sobre el tema, cuyos resultados son frecuentemente contradictorios entre sí, y en la segunda expone los resultados de sus propias investigaciones realizadas sobre niños de 4 a 12 años y sobre estudiantes universitarios. El análisis de los resultados le lleva a sostener que, aunque la concepción del animismo de Piaget es correcta en sus líneas generales, el sistema de estadios que utiliza resulta inaplicable a los datos del autor y de otros investigadores y constituye posiblemente una generalización apresurada de algunos tipos de respuestas.