La formación inicial del profesorado es un reto al que se enfrenta una gran mayoría de universidades y centros de educación superior que ofrecen estudios de Educación. Aunque el ejercicio profesional requerirá a los futuros docentes una continuada actualización, el equipamiento básico con el que puedan salir tras sus estudios universitarios conformará en buena medida su modo de concebir y enfrentarse a la educación en sus diversos niveles y modalidades. No resulta fácil anticipar qué necesitarán estos profesores en formación y, por ende, los estudiantes con los que ellos trabajen en un horizonte que puede extenderse casi cuatro décadas tras la finalización de su carrera. Para dar respuesta a este desafío, en esta obra se apuesta por una formación inicial de los docentes que trascienda la contraposición entre tradición e innovación en educación, que supere la dicotomía entre teoría y práctica, que tenga en cuenta todas las realidades educativas desde una perspectiva global y que conciba al ser humano en su integralidad individual y sociocomunitaria.