En una época de cambios vertiginosos, solo podemos entender la formación en las organizaciones si es continua. Los profesionales no pueden esperar a realizar un curso cuando tienen una duda o necesitan resolver un problema laboral, por eso nos vemos obligados a desarrollar nuevas metodologías de aprendizaje e implantar nuevas estrategias de transferencia al puesto de trabajo. Cuando realizamos un curso de formación, aprenden las personas, ¿pero aprende la organización?. Los ecosistemas de desarrollo han potenciado los entornos de aprendizaje porque hacen aflorar el conocimiento, potencian las buenas prácticas, reconocen el talento en la organización y facilitan el aprendizaje 24/7.