La música es para Henry Raynor un arte social que siempre ha estado en una relación en continuo desarrollo entre los individuos u organizaciones que la ejecutan y el público que la escucha. El estudio de este desarrollo presenta una dimensión de la historia musical que ha sido un tanto descuidada por aquellos musicólogos cuya preocupación histórica es la evolución de los estilos musicales. Sin embargo, arroja luz sobre algunos puntos oscuros de la historia de los estilos artísticos y proporciona el marco y la justificación de muchas de las evoluciones que los historiadores del estilo tienden a aceptar incondicionalmente como hechos que no necesitan explicación. Partiendo de la formación de las organizaciones musicales en la Iglesia medieval, Henry Raynor narra la historia de éstas y la aparición de la música y las óperas cortesanas, período en que el compositor o músico profesional era invariablemente el servidor a sueldo de la Iglesia, la nobleza o el municipio. Raynor describe las funciones cambiantes que se esperaban de él y las influencias de éstas en la vida y obra del compositor. También considera la evolución de los gustos del público y el cambio en las reglas de ejecución, así como la importancia de la invención de la imprenta y el desarrollo de una música hecha por aficionados en fa difusión de la obra del compositor. Sin embargo, con Haendel llegamos al primer compositor cuyas actividades independientes fueron tan importantes, en el terreno económico, como sus cargos oficiales; y, como se demuestra en los capítulos sobre el auge de los conciertos públicos y el desarrollo de la edición musical, Haydn estaba vivamente interesado en la publicación de sus obras, y Mozart y Beethoven dependían sobre todo de sus actividades como músicos independientes. Una historia social de la música es más un libro de interés general, desde el punto de vista musical e histórico, que una obra de musicología, y como tal puede ser recomendado a cualquier amante de la música. Henry Raynor nació y estudió en Manchester. Fue columnista de la sección de arte de The Times, donde escribió sobre música, teatro y televisión. También ha colaborado en The Guardian y en diversas publicaciones musicales, como The Musical Times y Music Review.