El espacio construido constituye un escenario social privilegiado, un medio de expresión y transmisión de conductas y comportamientos sociales, que interesa por igual a antropólogos, historiadores, arqueólogos y arquitectos, con sus específicas herramientas para el análisis social de la domesticidad. Esa preocupación común permite superar los ámbitos disciplinares estancos y transcender el corsé de la periodización histórica, sin olvidar la casuística particular de las relaciones entre los entornos construidos y la estructura social que los concibe y ejecuta a través de expresiones arquitectónicas concretas. Este volumen colectivo surge como una casa común en la que habita la necesidad de dotar de contenidos sociales los espacios que analizamos desde la arqueología en un amplio espectro cronológico y temático. Recoge veintiún trabajos que transitan por el espacio social desde la Prehistoria hasta los tiempos modernos, en singular y en plural, en femenino y en masculino, a través de voces y perspectivas procedentes de diversos lugares del ámbito mediterráneo. Las diversas aportaciones pivotan en torno a dos perspectivas fundamentales: las visiones diacrónicas del uso social del espacio y las lecturas antropológicas y disciplinares de la domesticidad y los espacios sociales. De un lado, la perspectiva diacrónica organiza las aportaciones de este volumen. De otro, los temas transversales de lectura social, patrones de comportamiento en las formas de habitar y su entrelazamiento con pautas económicas, políticas o rituales, permiten un fructífero diálogo entre posiciones teóricas, aproximaciones formales y épocas distintas. En este sentido, la experiencia multidisciplinar y multidimensional de lectura transversal de espacios sociales distintos, aplicando semejantes herramientas y metodologías de análisis espacial, permite reconocer patrones de racionalidad comunes o al menos comparables, entre sociedades muy alejadas en tiempo y características.