Este libro está basado en un estudio antropológico y una labor de asistencia social en la ciudad nicaraguënse de Matagalpa. Durante cinco años la autora visitó regularmente a familias en las que uno o más familiares han desarrollado un trastorno psicótico en la pubertad. Aquí se narran las conmovedoras historias de cuatro de estas familias. Tratan de pobreza, violencia y la búsqueda en vano de una cura. El título Mejor dejarlo tranquilo hace referencia a una estrategia de supervivencia que los familiares, después de años de lucha, se han visto obligados a adoptar para poder pasar los días de la forma más llevadera posible. Además de los familiares, también hablan los asistentes de salud y otras personas del entorno. Así el lector se puede hacer una idea de la ayuda de que disponen los pacientes psicóticos y lo que la sociedad piensa de ellos. Finalmente describe la autora como, junto con las familias, se llega a constituir una organización para hacer frente a la psicosis y a los problemas que esta conlleva. La publicación de este libro tiene como objetivo dar a estudiantes, profesionales y legisladores una visión de la problemática que hay en Nicaragua relacionada con la psicosis. El libro es, además, un alegato a favor de la atención psiquiátrica en el hogar y el involucrar a los familiares en el tratamiento de los pacientes psicóticos.