Un hombre vuelve del trabajo al hogar y se encuentra una carta de su mujer anunciándole que lo abandona. Pero al poco ella regresa a casa. Ésta es la trama, desnuda y descarnada de este libro. «El regreso», incluido en el libro Cuentos de inquietud (1898), insólita obra de Joseph Conrad por su intimismo y el decorado «a puerta cerrada» en que se desarrolla, presenta un doble interés, psicológico y social. La tensión mental extrema de una pareja al borde de la ruptura, su crispación y su reserva, son el eje sobre que el que gravita este drama de la vida burguesa. En todo momento el malestar alcanza al lector de este «anticulebrón» (convertido en una bellísima película dirigida por Patrice Chéreau, con Isabelle Huppert, que obtuvo el premio de interpretación en Venecia) acerca del cual Ford Madox Ford escribió: «Es un historia de incomprensión conyugal casi obscena que sólo nos atrevemos a mirar como a hurtadillas, en secreto…». Un libro inquietante, una certera radiografía de la desazón que anida en algo tan cotidiano como puede ser la infidelidad, y que al mismo tiempo abre las puertas del propio infierno; ese infierno que quizá somos nosotros mismos