Una mañana, por la ventana de la casa de Kibo se introduce un dragón de color morado. Asustado, el niño corre hasta los más insospechados lugares, pero al volver a su casa y mirarse al espejo el dragón sigue ahí, detrás de él, un poco más morado y un poco más grande que la última vez. Con tanto ir y venir, ¿conseguirá Kibo esquivarlo? ¿Cómo logrará por fin vencer a tan terrible monstruo? Una historia que nos hará pasar un rato muy divertido, y ayudará a afrontar nuestros miedos.