¿Qué hace de Homero, Platón o Safo autores inmortales? ¿No consistía su arte en la capacidad de despertar en el lector los sentimientos más elevados? Éstas son algunas de las preguntas que plantea De lo sublime, una obra capital de la preceptiva publicada en Roma en la primera mitad del siglo I. Su influencia es apreciable en varios tratados de Séneca y, junto con la Poética de Aristóteles, formó parte de la preceptiva al menos hasta el siglo x. En 1674 Boileau la tradujo, rescatándola del olvido, y desde entoncesy a pesar de que se estima que las lagunas del texto conservado en la actualidad representan más de una cuarta parte del originalDe lo sublime es una obra de referencia.