MI SUICIDIO es un texto de despedida sincero, rotundo. Henri Roorda habla sin tapujos del amor, la sociedad, el trabajo y el placer, mientras se prepara para acabar con su vida. Pero no era un hombre enfermo, desesperado o embargado por una pasión insana
Roorda había sido un dandy, un hombre sensual que gozaba con los placeres mundanos. MI SUICIDIO es una obra vitalista, sobria, concisa, pura como la belleza de la vida, nació con el título de "El pesimismo alegre". Roorda nos dice: Hasta tal punto estoy vivo que no siento la proximidad de la muerte. Roorda exige tanto a la vida que no puede más que morir al no cumplir ésta sus expectativas.