En la mayoría de los países mediterráneos existe un mercado importante de biocombustibles sólidos para aplicaciones de calefacción en el sector residencial. En estos países, además de los pélets y las astillas de madera, se utiliza un gran número de biocombustibles sólidos derivados de la biomasa típica mediterránea, siendo el hueso de aceituna el más importante.Sin embargo, para el uso de estos biocombustibles, en general no se tiene en cuenta ninguna norma de calidad (la norma UNE-EN ISO 17225:2014 no recoge el hueso de aceituna ni las cáscaras de frutos secos en su clasificación) y, a menudo, se utilizan equipos que no han sido diseñados para su combustión. En los últimos años, en España se han elaborado normas concretas de clasificación de la calidad del hueso de aceituna y algunos tipos de cáscaras de frutos secos. Al mismo tiempo,diferentes fabricantes han desarrollado equipos que se han sometido a ensayo o que pueden ser adecuados para los biocombustibles mediterráneos. Todo ello está promoviendo el uso de estos combustibles, sobre todo en aquellos países donde el mercado está más desarrollado. Aun así, existen nuevos elementos, como la Directiva de Ecodiseño que entrará en vigor en los próximos años para todos los países de la UE, que han puesto sobre la mesa nuevos desafíos que deberán bordarse para las pequeñas instalaciones de combustión.