La «Ética» de Spinoza es una de las obras cumbre del pensamiento filosófico y constituye, con la de Aristóteles y la de Kant, uno de los modelos clásicos de la doctrina moral. Su novedad consiste en que no la recluye en el ámbito subjetivo de las intenciones, como es tan frecuente desde Hume, sino que la inserta en todo el sistema de la filosofía y la deduce, además, con el rigor del método geométrico. Del poder originario de la 'Natura naturans' surge el hombre como deseo y tensión entre imaginación y razón, pasión y acción, esclavitud y libertad. Lo más admirable de ese proceso no es tanto la multiplicidad de perfiles que manifiesta, sino la unidad interna que lo empuja y orienta hacia su objetivo final, que no es otro que la plenitud del 'conatus', es decir, la libertad y la felicidad, la fortaleza y la generosidad, al 'amor intellectualis Dei'. Y es que el arduo cristal de la «Ética», labrado con la delicada geometría de la palabra, sin metáforas ni mitos, del que hablara Borges, es el poder mismo de la vida. Descubrir bajo las duras aristas y los fríos destellos de ese cristal la filosofía de Spinoza como meditación, canto y goce de la vida, es la tarea que su texto espera de lectores inteligentes y entusiastas, como lo fueran Hegel, Goethe y Unamuno. Quien así lo lea, comprobará que el hombre libre de Spinoza está animado, a la vez, por el amor a la vida postulado por la moral kantiana. «Y, si el camino que he demostrado que conduce aquí parece sumamente difícil, puede, no obstante, ser hallado. Difícil sin duda tiene que ser lo que tan rara vez se halla. Pues, ¿cómo podría suceder que, si la salvación estuviera al alcance de la mano y pudiera ser encontrada sin gran esfuerzo, fuera por casi todos despreciada? Pero todo lo excelso es tan difícil como raro». La versión castellana aquí ofrecida busca conciliar la fidelidad al sentido con la corrección del estilo. Aunque está hecha sobre el texto latino de C. Gebhardt, ha tenido en cuenta la 'editio princeps', cuya paginación va impresa al margen, así como la crítica textual posterior. Aparte de una introducción histórica, un esquema personal de la estructura de la obra y una bibliografía básica, lleva una serie de notas explicativas o de textos paralelos, tanto de Spinoza como de autores clásicos. A ello añade un amplio índice analítico, el primero en nuestro idioma, y un índice de las referencias que hace el mismo Spinoza a su texto y que, gracias a una nueva nomenclatura, se ha podido informatizar aquí por primera vez.