Anita Pipan afirma, en su tesis de investigación, que es necesario impulsar hoy un proceso de globalización comercial dotado de una dimensión social. Éste debe basarse en los valores universales compartidos y en el respeto de los derechos humanos. Avanzar hacia una mayor concordancia entre éstos y el comercio contribuirá al desarrollo de políticas comerciales que resultarán más sensibles a las demandas de las personas a las que debe prestar asistencia la OMC. La autora, en su conclusión, valora la oportunidad presente que tienen los líderes mundiales de discutir, en los foros internacionales, el establecimiento de mecanismos que hagan frente a los retos globales del siglo XXI, con el fin de lograr una mayor compatibilidad de la OMC con los derechos humanos.