Kim es un muchacho huérfano, hijo de un sargento irlandés que vive en la India. Busca un río milagroso en compañía de un lama tibetano y a la vez es correo del servicio secreto británico. Las aventuras que vive desarrollan su mundo interior. Obedece el llamado de la sangre y también el de la tierra. Mientras el Oriente le da el sentido de lo maravilloso, el Occidente le otorga el de la acción. Con un estilo directo, conmovedor y no falto de pintoresquismo, el autor define el perfil humano del personaje. Un clásico de la literatura colonial inglesa.