Esta obra ofrece la primera y única biografía que por ahora se ha realizado de doña Feliciana Enríquez de Guzmán, primera dramaturga sevillana, inmersa en un ambiente familiar más o menos cercano, que hubo de condicionar su peculiar estilo literario. Intuimos gracias a las cláusulas de su testamento a una mujer fuerte, autoritaria, pues sus decisiones no dejan opción a que puedan ser cuestionadas. Pero también encontramos a una mujer piadosa, agradecida a tantos y tantos familiares y amigos, a los que tiene presente en sus cláusulas, sin olvidar al pariente más lejano. No olvida fundamentalmente a los más necesitados y, entre ellos, a Francisca Bernal “mi criada, por la amistad que le tengo y por haber muchos años que está en mi casa”. Feliciana Enríquez de Guzmán hizo imprimir su obra, la Tragicomedia de los jardines y campos sabeos, en 1624. Casó con el afamado abogado don Francisco de León Garavito, en 1619, tras varios fracasos amorosos. La plenitud de dos almas gemelas y enamoradas se encontraron definitivamente y si entendemos su obra literaria como la “imitación” de la realidad -como hubo de hacerlo doña Feliciana, que siguió los pasos del clasicismo y sus reglas ‘dictadas’ por Aristóteles-, no podemos obviar que su realidad intervino directamente en la construcción de su obra de arte.