Una vida sin medida resulta inconcebible. La medida no solo sirve como pauta en todos los asuntos materiales y prácticos, también es esencial a la hora de ponderar y tomar decisiones justas. Pero debemos saber cuándo la medida está colmada. ¿Cómo determinarlo? ¿Cómo encontrar la justa medida? Estas son preguntas fundamentales, pues conciernen a muchos aspectos de la vida: al trato con la creación, o sea, a la relación del ser humano con la naturaleza y sus recursos; al consumo, pero también a la imagen que tenemos de nosotros mismos; a nuestra salud psíquica y física; a la organización de la rutina diaria y del tiempo libre; a la tacañería y la codicia; al aprecio por los demás; a la vigilancia. Anselm Grün rastrea todas estas facetas sirviéndose de la Regla benedictina y de la tradición espiritual de los monjes antiguos, que adquieren una inesperada actualidad. En esta tarea no le interesan los llamamientos morales; antes bien, lo que persigue es mostrar un camino hacia una vida sana, buena, más consciente, satisfactoria y adecuada. El camino hacia una nueva cultura de la justa medida.