Cuando un teléfono suena es porque al otro lado hay alguien esperando a que le respondan. Puede tratarse de una persona perdida, de alguien que alberga un secreto y ha decidido contarlo, por fin, o esta vez, quizá, puedas salvar una vida. Porque hay llamadas desesperadas, llamadas que pretenden decirnos cosas que no somos capaces de ver a simple vista y todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos estado así, ansiando que esa persona a quien llamamos nos responda; como quizá le sucedió a Marilyn Monroe la noche que murió. Nunca lo sabremos. A lo largo de estos 32 relatos de formato breve descubrirás un entramado de situaciones personales complejas, reales, que pasan desapercibidas en algunos casos y que están escondidas a propósito en otras. Quizá, si lees con atención, consigas llegar a saber qué hay en el corazón de esas personas y sobre todo dónde se encuentran.