El rey del pesimismo ataca de nuevo y esta vez para ¡hablar del amor! No escapan a su lengua mordaz, a su despiadada mirada, ni los jóvenes enamorados, ni los recién casados, ni los que se han metido en el lío de ser padres ni las parejas que, a pesar de todo, llegan a cumplir sus bodas de oro. Desde el momento del flechazo o la cita a ciegas, hombres y mujeres viven como en una nube, encantados con su pareja, sin saber que las cosas irán necesariamente de mal en peor. Es imposible amar y ser sabio a la vez. En una relación, la imperfección oculta nunca permanece oculta. El sexo es una de las nueve razones que existen para creer en la reencarnación. Las otras ocho carecen en absoluto de importancia. Cuando la esposa de un hombre aprende a comprenderle, por lo general deja de escucharle. El que ronca es el que siempre se duerme primero.