A partir de la expresión Cucú y una pregunta ¿Dónde está mi niña? se inicia un juego de presencias y ausencias de objetos que se descubren al levantar una solapa. Un texto rimado absurdo y humorístico propone un juego con el lenguaje y proporciona a los niños el placer de las enumeraciones sin fin y vuelta a empezar.