Como se sabe, la segunda Exhortación apostólica del papa Francisco, Amoris laetitia, recoge las aportaciones de dos Sínodos de obispos, uno ordinario y otro extraordinario, y de una consulta previa al pueblo de Dios. Su publicación ha generado grandes expectativas, principalmente en algunos temas «delicados», provocando grandes aplausos por parte de algunos sectores de la Iglesia, pero también, y es justo reconocerlo, críticas y resistencias importantes por parte de otros sectores.Las segundas «Conversaciones PPC» tuvieron como columna vertebral tres ponencias. Las tres, sin rehuir el contexto eclesial en el que nos desenvolvemos, proponen un profundo acercamiento a Amoris laetitia en un tono amigable y dialogal, pero muy lejos de la adulación. Suponen una lectura crítica en la que se señalan luces y sombras, se aplauden los logros, pero también se marcan algunas cuestiones en las que, al parecer de los autores, el documento debería haber ido más lejos, y se hacen propuestas pastorales que permitan su recepción en la Iglesia española y universal.